El uso de los tensioactivos es cada vez más amplio en aplicaciones industriales. Sectores como el agrícola han entendido sus virtudes a la hora de mejorar el rendimiento de los fertilizantes y fitosanitarios aplicados en los cultivos.
Todos conocemos una de las funciones más importantes de los tensioactivos en agricultura: reducir la tensión superficial para que el líquido pueda penetrar mejor en la superficie. Su inclusión en las formulaciones utilizadas en los cultivos mejora su eficacia, y consigue economizar el agua de riego al reducir la pérdida por escorrentía.
Este tipo de nuevas prácticas del sector, junto con el desarrollo tecnológico, darán un empujón definitivo al mercado de los tensioactivos para la agricultura, que muestra tasas de crecimiento anuales de aproximadamente un 6% hasta 2020.
¿Por qué es un mercado al alza?
La elección del tensioactivo en una formulación agroquímica es especialmente importante, en función de su aplicación.
Los distintos surfactantes pueden utilizarse como humectantes, dispersantes o emulsionantes. En el caso de los humectantes, su principal uso es como coadyuvantes en la aplicación de los diferentes tratamientos a los cultivos, mientras que los dispersantes y emulsionantes suelen incorporarse para dar estabilidad a las formulaciones de los insumos.
Las buenas prácticas agrícolas requieren de la utilización de tensioactivos para mejorar la eficiencia y rendimiento de los tratamientos fitosanitarios: lo más relevante es su capacidad para reducir las tasas de uso de los de todos los insumos, ya que optimizan su actividad al aplanar las gotas de agua y repartir el producto en la superficie de la hoja, consiguiendo una mayor superficie de contacto, una mayor absorción y mejores resultados.
Y, ¿cuál es el surfactante más adecuado?
El hecho de ser moléculas con una fracción lipofílica y una hidrofílica, que pueden presentar distinta carga (los más típicos en agricultura son los no iónicos, aniónicos y anfóteros) confiere a los tensioactivos una polivalencia que despliega un amplio rango de funcionalidades, entre otras:
- Reducir la tensión superficial de una gota de agua sobre una superficie
- Compatibilizantes de productos en el caldo de aplicación
- Solubilizar un aceite esencial en agua, o emulsionar agua en un determinado aceite
- Dispersar un producto sólido en una fase líquida (acuosa u oleosa)
En Grupo Barcelonesa apostamos por el uso de tensioactivos en el sector agrícola como solución para promover las buenas prácticas agrícolas, reduciendo la cantidad de fitosanitarios necesarios y potenciando el efecto de los reguladores de crecimiento, bioestimulantes, fertilizantes y correctores de carencias. Nuestra experiencia aconseja buscar el tensioactivo más adecuado para cada formulado según la función deseada. Si necesitas asesoramiento técnico, no dudes en contactar con nuestros expertos para conseguir los mejores resultados.