El 2019 ha sido escogido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Tabla Periódica. Se celebra el 150º aniversario de la creación de esta famosa tabla por parte del químico ruso Dmitri Mendeléyev, quien en 1869 ordenó los elementos conocidos en base a su masa atómica de forma creciente. Con este post sobre el silicio, Barcelonesa empieza una serie publicaciones mensuales dedicadas a elementos químicos imprescindibles para la industria.
El silicio, cuyo símbolo en la tabla periódica es ‘Si’, es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre, después del oxígeno. Abundantes son también sus usos como por ejemplo el sector de la informática. El conocido Silicon Valley (valle del silicio), región de San Francisco, en Estados Unidos, debe su nombre a la alta concentración de empresas del sector de la informática y la electrónica. Estas compañías usan el silicio para sus microchips puesto que es un conductor ideal de la electricidad. “Sin silicio no existirían los ordenadores ni los teléfonos móviles”, asegura Juan Carlos Montoro, director de la Unidad de Negocio Industrial. Tampoco el 90% de las células de los paneles solares, que tanto están revolucionando el panorama energético1.
“Sus propiedades similares al carbono lo convierten en un elemento muy complicado de substituir”, explica Montoro. “Son muchos los productos que dependen de este elemento, no sólo en la industria, también en el día a día de las personas”, añade el experto. La construcción, por ejemplo, sería otro de las grandes industrias perjudicadas de no existir el silicio, no en vano es el componente principal del vidrio, el cemento o la cerámica. La sílice es el componente principal de la arena con la que se fabrican los ladrillos, morteros, hormigones y cementos. El experto de Barcelonesa destaca también que sin él “tendríamos muchas humedades en los edificios porque es un elemento ideal para sellar y absorber humedades”.
El silicio es también el principal componente de la silicona, un material utilizado en una gran variedad de productos debido a su resistencia a temperaturas extremas, su capacidad como aislante, su resistencia a la deformación, además de ser apta para uso alimenticio y sanitario. En definitiva, su gran versatilidad la convierten en uno de los materiales de gran valor para cualquier sector industrial.
La silicona es usada por la industria de la cosmética en la fabricación de lacas para el cabello, labiales, protectores solares y cremas humectantes. La industria farmacéutica es otra gran consumidora de silicona debido a su baja reactividad. Se estima que hay más de 1.000 productos médicos que contienen silicona como, por ejemplo, prótesis valvulares, catéteres e implantes de mamas. También es una sustancia comúnmente usada en las pinturas y muy presente en las cocinas, puesto que es un polímero inodoro, inerte, resistente al calor y con propiedades antiadherentes, con lo que se puede utilizar en una gran cantidad de productos que están en contacto con alimentos.
En conclusión, la informática y la electrónica, la industria de la construcción, la farmacéutica, la cosmética o la alimentaria difícilmente serían lo que son sin el silicio.