Por su destacado papel en la industria, el aluminio es el segundo elemento protagonista de esta serie de artículos mensuales en conmemoración del Año Internacional de la Tabla Periódica. Representado con el símbolo ‘Al’, el aluminio es utilizado desde la antigüedad clásica. Se usaba, sin embargo, en forma de una sal doble, conocida como alumbre, y en muy pequeñas cantidades. Tal y como lo conocemos hoy en día es un material mucho más ‘reciente’, a pesar de ser el tercer elemento más común de la corteza terrestre.
El problema radica en la dificultad para su extracción. Durante el siglo XIX, la producción era tan costosa que llegó a considerarse un material exótico, de precio exorbitante, y tan preciado o más que la plata o el oro. No fue hasta finales de ese mismo siglo que una serie de mejoras en las técnicas de extracción permitieron que se incrementara su producción. Para que se hagan una idea: en 1882, la extracción anual apenas alcanzaba las 2 toneladas y sólo 18 años más tarde ascendía a 6.700. En la actualidad se cifra en más de 33 millones de toneladas, siendo China y Rusia los mayores productores.
Con los años se ha convertido en uno de los metales más empleados industrialmente. “Posee una combinación de propiedades que hacen que sea muy útil y difícilmente substituible”, afirma Antonio Ruiz, Director Técnico e I+D del Grupo Barcelonesa. En primer lugar, Ruiz destaca su ligereza, muy apreciada en construcción, en la automoción o en la industria aeronáutica y aeroespacial: “Tiene una densidad baja y una buena resistencia mecánica, lo cual permite obtener elementos de bajo peso y buena resistencia”. En segundo lugar, el experto valora su “capacidad para conducir el calor lo cual permite construir elementos como radiadores, intercambiadores o disipadores de calor de bajo peso”.
Ruiz destaca también que es “muy maleable” y que “puede ser combinado con otros metales para la obtención de aleaciones así como ser tratado química y electroquímicamente para mejorar sus propiedades”. Por otro lado, indica que es un “material altamente resistente a la corrosión e inerte, lo que le permite ser usado en alimentación”. Finalmente, el Director Técnico e I+D de Barcelonesa habla del crucial papel del aluminio en ámbitos como la perfumería y la cosmética. “Ofrece muchos tipos distintos de acabados desde el punto de vista de la reflexión de la luz y el color, lo que es muy importante estéticamente”, explica. Otra forma de utilización del aluminio es combinado con otros elementos. Por ejemplo, los aluminatos sódicos y los policloruros de aluminio se utilizan ampliamente en el tratamiento de aguas.
Además, otras de las grandes ventajas del aluminio son su larga vida, la estabilidad del precio y la posibilidad de ser reciclado a un bajo coste, sin que pierda sus propiedades. Todas estas propiedades y usos hacen muy difícil imaginar una industria sin aluminio.