Colchones, cojines, asientos de coche, salvauñas, protección de embalajes delicados, aislantes térmicos y acústicos, revestimientos para suelo… aunque la mayor parte de las veces no los veamos, los poliuretanos son posiblemente los polímeros más presentes en nuestra vida diaria.
En la fabricación de poliuretanos, se utilizan polioles, normalmente de poliéster y/o de poliéter, cuyas características son las que determinan las propiedades finales del producto. Dentro de los polioles de poliéter, los PPG (polipropilenglicol) tienen un uso muy extendido, sobre todo en aplicaciones CASE (coatings, adhesivos, sellantes y elastómeros).
Para la síntesis de los polioles de poliéter PPG se necesita un catalizador que tradicionalmente ha sido el KOH (hidróxido de potasio). Esta tecnología resulta bastante barata pero no permite producir pesos moleculares elevados y además genera mayor presencia de monoles e insaturados durante el proceso, reduciendo la funcionalidad e incrementando potencialmente las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) en la posterior síntesis de poliuretanos.
Ya en los años 60 la industria química empezó a desarrollar polioles de poliéter usando como catalizador cianuro de doble metal (DMC) en lugar de KOH, pero no fue hasta principios del siglo XXI que dicha tecnología se perfeccionó demostrando ser más amigable con el medio ambiente, ya que prácticamente no genera subproductos y se reduce el olor.
Además, gracias a la posibilidad de producir pesos moleculares más elevados que cuentan con valores hidroxilo (OH) más bajos, se puede reducir la cantidad de isocianato necesario para la fabricación de poliuretanos, con el consiguiente menor impacto ambiental y ahorro de costes, obteniéndose un producto final de calidad excelente gracias a las propiedades físico-químicas de estos polioles que incluso son aptos para uso alimentario (food contact).
Hace dos años alcanzamos un acuerdo de distribución exclusivo para el mercado español con el fabricante de polioles de poliéter PCC Rokita. Este grupo industrial, ubicado en Polonia y de capital alemán, es reconocido por la excelente calidad de sus productos y por su alta capacidad de innovación, habiendo desarrollado su propia tecnología DMC que ahora presentamos en Barcelonesa.