La mejora del aislamiento térmico de un edificio puede suponer ahorros energéticos, económicos y de emisiones de CO2 del 30% en el consumo de calefacción y aire acondicionado. Esta reducción es aún más significativa si se tiene en cuenta que la climatización supone aproximadamente la mitad del consumo total de energía de un edificio y que el conjunto de edificios representa el 17% del consumo de energía final del país.
Una de las soluciones de aislamiento más extendidas es el uso de poliuretano proyectado, un material con una gran capacidad de aislamiento tanto térmica como acústica. Destaca también por ser versátil, impermeable, inerte, inocuo, de baja conductividad térmica y todo ello a un precio rápidamente amortizable. Estas características lo han convertido en un material muy popular, ampliamente utilizado en el sector de la construcción: viviendas, naves industriales, granjas…
Los sistemas de poliuretano proyectado han evolucionado a lo largo de los últimos 30 años como consecuencia de una mayor conciencia ecológica. Los primeros utilizaban en su composición los gases CFC, a los que siguieron los HCFC y, años más tarde, los HFC. Cada nueva generación de estos gases con base de flúor ha sido mejor que la anterior desde el punto de vista medioambiental, pero en mayor o menor medida han seguido siendo dañinos para la capa de ozono y contribuidores del cambio climático. La última generación que ha aparecido en escena, los HFO (hidrofluoroolefinas), acaban con esta problemática, con lo que podrían considerarse un gas ‘ecofriendly’.
“Tras una importante labor de I+D, el Grupo Barcelonesa ha sacado al mercado un sistema de poliuretano bicomponente para proyección en suelos, paredes, techos y cubiertas, cuyo componente poliol contiene HFO y que la empresa comercializa bajo el nombre comercial de BD SYS 6602”, explica Mónica Fabra, Business Development Manager Polyurethanes de Barcelonesa. Es decir, “en este nuevo producto, el HFO actúa como agente expandente del poliol en sustitución a los actuales HFC”, especifica Fabra.
La técnica de Barcelonesa asegura que “el HFO está llamado a ser el sustituto de los actuales gases HFC”. “Como aislante es igual de eficiente que el HFC con la ventaja significativa de que desde el punto de vista medioambiental sus beneficios son infinitos: tiene un potencial de agotamiento del ozono igual a cero y un potencial de calentamiento atmosférico (PCA) muy bajo, por lo que supone una alternativa mucho más inocua para el medio ambiente”, señala Fabra.
En referencia al BD SYS 6602, la portavoz del Grupo Barcelonesa afirma que “el componente poliol con HFO funciona perfectamente: permite mantener los tiempos de crema e hilo, así como las altas prestaciones de los sistemas con HFC y asegura una buena adherencia al sustrato y entre capas”. En cuanto al precio, la experta explica que, “de momento, los nuevos sistemas con gas HFO van a ser un poco más caros”, una situación que tiene los días contados puesto que “el precio del HFC sube porque cada vez hay menos mientras que el precio del HFO se irá reduciendo a medida que se extienda su uso”. Un punto más a favor del HFO.