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El día de la química

Parafraseando a Sheldon Cooper, es evidente —mal que nos pese— que la química no goza del atractivo de otras disciplinas científicas como la física, con sus agujeros negros, su teoría de cuerdas y la posibilidad de viajar en el tiempo (aunque sea en el plano teórico).

Y es que la química siempre ha sido la gran desconocida a nivel social.

Sin embargo, la química tiene mucha más importancia de lo que la gente cree.

Aunque para muchos no va más allá de mezclar unos cuantos “potingues” en un laboratorio, esta percepción sobre nuestro sector se antoja algo corta de miras.

Además, parece olvidar que los principales retos científicos del presente y del futuro —como el desarrollo sostenible, la creación de nuevos productos y el avance tecnológico en general— dependen en gran medida de las ciencias químicas y de su aplicación a nivel industrial.

Para situar a la química en el lugar que se merece, desde el año 2002, cada 15 de noviembre, se celebra el Día de la Química.

El origen del Día de la Química

Aunque en la actualidad los días temáticos de cada disciplina son declarados mediante decretos publicados en el BOE, antes era la Iglesia Católica la que nombraba a un santo patrón para cada profesión.

Y en el caso de los químicos, su patrón ha sido históricamente el obispo San Alberto Magno, cuya festividad se celebra el 15 de noviembre.

Un obispo alemán que ha pasado a la historia de la química

Este obispo alemán fue un erudito del siglo XIII que destacó por su gran sabiduría.

Impartió clases en la recién creada Universidad de París —surgida en aquella misma época— y también desarrolló su labor científica en varios conventos dominicos de Alemania.

Se le considera maestro y mentor de Santo Tomás de Aquino, además de ser uno de los primeros europeos que estudiaron y clasificaron las obras de Aristóteles.

Su trabajo de sistematización enciclopédica de muchos de los saberes que le interesaban se basaba en observar, describir y clasificar los fenómenos.

Pero San Alberto Magno es el patrón de los químicos por sus investigaciones en botánica, astronomía, geografía y alquimia (la versión mágica y medieval de la química actual).

De hecho, el obispo alemán no solo fue capaz de explicar con argumentos lógicos y consistentes la teoría de la esfericidad de la tierra, sino que también fue capaz de aislar por primera vez elementos químicos como el arsénico.

Como es habitual en la Iglesia Católica, el día de su muerte —el 15 de noviembre— es el elegido para darle culto.

Y tradicionalmente, en esa misma fecha, en las facultades de ciencias químicas se han celebrado siempre las fiestas del patrón.

De San Alberto al Día de la Química

La secularización ha terminado con la costumbre de celebrar las fiestas de los gremios el día del patrón católico.

En su lugar, la sociedad civil ha optado por celebrar días temáticos dedicados a una actividad en concreto.

De lo que se trata, al fin y al cabo, es de salir a la calle a mostrarle a la sociedad en qué consiste nuestro trabajo y cómo afecta lo que hacemos al entorno en el que vivimos.

Por ese motivo, en el año 2002, el Foro Química y Sociedad solicitó al Gobierno de España que todos los años el día 15 de noviembre se celebrase un día especial dedicado a la química.

La iniciativa fue aceptada a nivel oficial y desde entonces se incluye en el calendario un Día de la Química.

Los eventos del Día de la Química

La importancia de celebrar un día sobre nuestra actividad es mucho más importante de lo que parece.

Es fundamental aprovechar la repercusión mediática que genera esta fiesta por dos razones:

  • Para transmitirle a la sociedad que la química es imprescindible para el desarrollo tecnológico actual.
  • Para que todo el mundo sepa cuáles son las aportaciones de la química a la mejora de la calidad de vida en el mundo.

El motivo principal de este evento es, además, divulgar con claridad cuál es la función social de la química. Y para ello, los festejos oficiales se efectúan cada año en una localidad distinta.

Gracias a esta itinerancia, se implican cada año diferentes autoridades locales y autonómicas —junto con los responsables de los colegios de químicos, universidades, asociaciones profesionales y empresas reconocidas del sector— en la celebración de los eventos.

El eje central de los actos conmemorativos del Día de la Química tiene lugar durante la entrega de los Premios de la Química, cuyo objetivo es distinguir el talento químico y la profesionalidad de determinados científicos y personalidades del sector.

Tras los eventos de Madrid (2015), Huelva (2016), Santiago de Compostela (2017) y Bilbao (2018), este año 2019 —un año muy especial para la química porque la ONU ha declarado que nos encontramos en el año de la Tabla Periódica— recoge el testigo de la celebración la ciudad de Palma de Mallorca.

Desde Grup Barcelonesa queremos felicitar a todos los miembros de nuestra gran familia en una jornada tan especial para nosotros como la del Día de la Química, ya que la química es básica para el presente y para el futuro de todos.

¡Feliz Día de la Química!

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